Persiste el bloqueo de las comunidades energéticas

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Persiste el bloqueo de las comunidades energéticas

Las comunidades energéticas surgen de la oposición a los macroproyectos, es decir, la aglomeración de módulos solares en un determinado espacio que permita la absorción de la mayor energía posible en el menor espacio. Si bien las comunidades energéticas son la respuesta a esta negativa, ¿por qué no avanzan?

La energía comunitaria debería haber sido reconocida hace más de un año, pero el Gobierno español no se ha pronunciado y, por tanto, no ha reconocido un marco legal que ampare a estas comunidades. Abel Porras, socio de la Cooperativa Energética, aseguró que el proyecto se encuentra estancado, pese a su potencial: «Existe una gran presión por parte de las compañías eléctricas para frenar el autoconsumo compartido y las comunidades energéticas». Y es que las comunidades energéticas pueden suponer una solución, ya no sólo de autoconsumo compartido entre quienes forman parte de las comunidades energéticas, sino como una forma de ahorro y de destino de energía alterna de forma cíclica.

Pese al interés de ayuntamientos y ciudadanos, en el sur de Europa los proyectos están en el mismo punto. Desde los paneles solares de Cerdeña, instalados y sin producir desde 2021 o los cambios todavía no aplicados (pero aprobados a principios de año) en Portugal sobre el funcionamiento del sistema eléctrico del país.

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